Una comunidad mapuche perderá todas sus tierras porque un juez argentino ha concedido la propiedad de las mismas a la multinacional de ropa italiana
Si presionamos a los responsables de Benetton podemos lograr que reconozcan de una vez por todas a los habitantes de Santa Rosa como legítimos propietarios de estas tierras, en donde vivieron sus antepasados incluso antes de que existiera Argentina como país. Al mismo tiempo dejaríamos claro a todas las multinacionales que no estamos dispuestos a tolerar su enriquecimiento a costa del sufrimiento ajeno, sea en el lugar que sea.
Firma la petición y ayuda a las familias de Santa Rosa a seguir viviendo en sus tierras y hogares.
Los hermanos Benetton, Carlo y Luciano, poseen más 900.000 hectáreas de tierras en la Patagonia, lo que los convierte en los mayores terratenientes de Argentina. Aun después del anuncio hecho por la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, sobre el proyecto de ley que limita la compra de tierras por extranjeros, el juez Omar Magallanes, del juzgado de Esquel, decidió conceder al grupo italiano el control de otras 500 hectáreas en la Patagonia, donde se ubica la comunidad mapuche de Santa Rosa. Los abogados de la multinacional textil dicen que estas tierras fueron compradas a terratenientes ingleses en 1896. Una venta ilegítima que no benefició ni contó con el consentimiento de las comunidades indígenas que vivían en esta región.
La decisión judicial anunciada a principios de marzo obligaba a la comunidad a salir del lugar en un período de 10 días. Sin embargo, la defensa mapuche ha recurrido amparándose en una ley vigente en el país y el convenio 169 de la OIT ratificado por Argentina, las cuales ordenan realizar un catastro de las tierras y prohíben los desalojos de comunidades indígenas en todo el país, primando el derecho a consulta y la decisión final de los pobladores originarios de estas tierras.
Benetton siempre ha tratado de dar una imagen multicultural e integradora en sus anuncios. Sin embargo este tipo de actuaciones desenmascara que solo se trata de un discurso que queda bien de cara a la galería. De los dos millones de indígenas reconocidos en el territorio argentino, por lo menos 600 mil ya fueron afectados por la expansión de las empresas. No dejemos que sigan apropiándose de sus tierras sin su consentimiento.